Fecha: 21 de noviembre Hora: 20
Lugar: “Hotel Torremar” Torre del Mar
Resumen del libro
La narración de Angelika Schrobsdorff reconstruye la vida real e inconformista de su madre, una mujer nacida en una familia de la burguesía judía de Berlín, liberada de los prejuicios de su tiempo y deseosa de casarse con un artista (y no con el «excelente partido» que le han buscado, un comerciante opulento y maduro). Así, Else vivirá de lleno el nacimiento de un nuevo mundo junto a la culta bohemia berlinesa de los «locos años veinte», un periodo en el que tendrá tres hijos de tres padres diferentes, fiel a las dos promesas que se hizo de joven: vivir la vida con la máxima intensidad y tener un hijo con cada hombre al que amara. Ésta es, por tanto, la historia de una mujer singular y sedienta de independencia, que será arrollada por aquello mismo en lo que se negaba a creer al principio: el presente. Sin embargo, en la dura prueba del exilio, Else encontrará una realidad nueva y reveladora tras una vida que hasta entonces ha estado enteramente dedicada a las fiestas, los viajes y el amor.
Resumen de la sesión
El origen de este libro son una serie de cartas que escribe Else, especialmente en la última etapa de su vida, a sus hijos, algunos familiares y amigos y que recopila Angélika, su hija pequeña. El relato tiene lugar en primera persona (Angélika), pero se van combinando con las opiniones de Else e incluso de un narrador. Resaltamos que verdaderamente el título está acorde con su contenido. Angélika, nos va relatar la vida de su madre y especialmente la gran evolución que experimenta esa vida cuya historia se desarrolla entre 1893 y 1949 (desde su nacimiento, las dos guerras mundiales y el período de entreguerras) donde nos muestra el gran cambio experimentado por su madre, de la primera etapa con una vida disoluta – “Se lo llevó todo: la cultura y el vicio” -, a otra completamente diferente como consecuencia de la guerra y las grandes penurias que sufrió como consecuencia de ella.
Destacamos tres partes. En la primera, nos cuenta la vida de Else con sus tres parejas y los tres hijos que tuvo: “Nunca sabré cómo Else logró arreglárselas con los tres hombres” nos dice Angélika. En la segunda nos relata como Else se traslada con sus dos hijas a vivir a Bulgaria ante el estallido de la II Guerra Mundial (era una judía en Alemania) y una tercera en la que destacamos la importancia de las cartas que Else escribió a sus hijos, familiares y amigas y donde se resaltan los valores de esta gran mujer, que a tenor de la primera etapa de su vida, se nos habían mostrado ocultos. Paula, una prima suya, la definía: “Era encantadora; toda una pequeña salvaje”. “Else era – en un mundo de autoengaño, de disimulo y de hipocresía – tan auténtica y elemental como sólo puede serlo una criatura de la naturaleza.”
La historia me ha parecido muy interesante, atrapándote desde un principio – manifestaba una de las asistentes – muy bien contada y cuyo personaje (Else) es arrollador por su ansia de independencia que le conduce a llevar un estilo de vida rompedor para aquella época, manifestando su deseo de tener un hijo con cada una de las parejas de quien se enamorara. Alguien, matiza, que a pesar de las características especiales resaltadas en Else, parece ser que los años 20 fueron así de locos en Berlín: muy locos. Ella y el mundo que la rodeaba se prestaban a ese tipo de vida, pero también ayudó -aclara alguien- el que disfrutaba de una posición económica que se lo permitía. Después, en alguna de las cartas, ella se cuestionará el comportamiento que tuvo con sus hijos cuando eran pequeños. También se destaca que, aunque siempre tuvo una gran personalidad, el cambio más radical en su vida se produce cuando ella descubre el engaño de su primer marido Fritz con una de sus amigas, Enie. Else conoce a otra persona (Hans Huber) y se inicia una convivencia en la misma casa de las dos parejas y Peter, el hijo de Else y Fritz. “Else estaba a horcajadas entre un marido necesitado de consuelo y un amante descabelladamente celoso. Solución, compartir los cuatro sus vidas. A partir de entonces formaban un trébol en la villa de Dahlem” nos aclara Angélika.
Un aspecto que sale a debate es cómo no se dieron cuenta Else y su entorno de las consecuencias que va a tener la llegada de Hitler al poder y cómo la implantación del nazismo en Alemania va a cambiar radicalmente sus vidas. Hubo diferentes opiniones respecto a este tema. Para unos, Else se sentía más alemana que judía y por ello pensó que nunca tomarían represalias contra su familia. Para otros, la vida tan intensa que vivían Else y su entorno en ese momento le impidió ver lo que se les venía encima. También se expresó que es fácil comentarlo ahora desde la distancia , pero no fue sencillo detectarlo en ese momento. Incluso Else y su tercer marido (Erich, “El Bueno”) llegaron a pensar que el estallido de la II Guerra Mundial podría ser positivo porque acabaría con Hitler y el nazismo y llegarían a volver a vivir como antes. Demostraron tener una falta de conocimiento de la realidad.
Alguien plantea cómo pudo haber de repente en Alemania tanta gente con ideología nazi, y se opinó que ayudó, fundamentalmente, el gran desarrollo armamentístico en el período de entreguerras que elevó el nivel económico de Alemania, así como la simpatía de una gran mayoría hacia el nacionalsocialismo que defendía el partido de Hitler. Se comentó que la historia nacionalista populista de aquellos momentos y los problemas que acarreó como el racismo, los ataques a los emigrantes, etc. los estamos volviendo a vivir ahora, desgraciadamente, en EE.UU y diferentes países europeos.
Hablamos de la atracción que le produjo a Else, desde pequeña, las costumbres cristianas – especialmente la Navidad – frente a la religión judía que le implantan sus padres. Ella la va a continuar con sus hijos a quienes bautizan sacerdotes ortodoxos, ocultándoselo a sus padres. Se sentía más alemana que judía. La nacionalidad estaba por encima de la religión y por ello pensó que los nazis iban a valorar más lo primero que lo segundo, por lo que se confiaron.
Muy original nos pareció la decisión que toman Erich – su tercera pareja – y Else para salir de Alemania ante la persecución que sufren los judíos. Su marido se divorcia y negocia con un socio que tenía en Bulgaria un matrimonio de conveniencia para que ella adquiriera esta nacionalidad. Así, Else y sus dos hijas pueden salir de la Alemania nazi. Su hijo Peter ya no vivía con ellos pues se había marchado de casa antes de empezar la Guerra. Comentamos cómo fueron recibidos en los diferentes lugares en los que tuvieron que vivir en Bulgaria, con una población tremendamente pobre y humilde y donde les ofrecieron lo mejor que tenían en un ejemplo de solidaridad. Su estancia allí fue de un sufrimiento permanente ya que Bulgaria se unió en la II G.M. al frente totalitario, por lo que corrían peligro sus hijas por ser judías y cuando perdieron la Guerra y Bulgaria fue invadida por los rusos, por ser alemanas. Además, Else empezó a sentirse enferma. Este tiempo fue muy duro para ellas pues los horrores de la guerra coincidieron con el que su hija Bettina y su marido aceptaron la ideología nazi, mientras Else y Angélika la aborrecían. Además en uno de los bombardeos quedó herido gravemente el esposo de Bettina y ésta dio a luz en condiciones muy precarias.
Tras finalizar la guerra y viviendo aún en Bulgaria, surgen enfrentamientos entre Else y Angélika por la forma de comportarse ésta en las relaciones que mantiene con oficiales americanos e ingleses que se encontraban destinados en Bulgaria, que incluso la llevan al matrimonio. En el libro, Angélika, hace autocrítica de su comportamiento y del de su madre, manifestándonos que sus hijos la adoraban a pesar de sus cambios de carácter. Nos describe a su madre como poseedora de una personalidad arrolladora, inteligente y amante de la naturaleza. Poco antes de su muerte, en una de sus últimas cartas, Else, escribía: “Como mujer de mi generación, yo era algo nuevo, insólito y sospechoso. Me salía del marco… Nadie me ayudó, al contrario: se me aceptaba, en el mejor de los casos, como un bicho raro; y en el peor, se me tenía por una degenerada.”
Nos llamó la atención cómo vive su última etapa de regreso a Berlín, ya muy enferma, donde comparte casa con Erich, su esposa y la hija de ambos que la acogen con cariño pero viviendo con grandes estrecheces. En esta época, casi sin fuerzas, decide visitar en coche aquellos lugares que fueron el centro de su “otra” vida, encontrándolo todo destruido: “Berlín es una ciudad muerta que ya sólo se compone de ruinas y fachadas…”
En la última parte del libro Angélika nos presenta una recopilación de diferentes cartas que Else escribe a Fritz, a su esposa Enie o a sus dos hijas, Bettina que aún vive en Bulgaria y a Angélika que se encuentra en Alemania. Cartas que demuestran la grandeza de esta mujer que fue capaz de pasar del paraíso al infierno luchando con gran dignidad. Así se confesaba ante su hija Bettina un mes antes de morir: “Pese al amor que os tenía, era impaciente y no me controlaba, os regañaba y gritaba y nos volvía locas a mí y a vosotras. ¿Para qué sirvió? Para tener mala conciencia, entonces como hoy. Me arrepiento tanto de no haber sido una madre mejor…Mi Peter está muerto (murió en la II G.M. defendiendo a los Aliados), tú estás lejos, Angélika se mantiene alejada de mí; nunca más podré reparar lo que dejé de hacer en aquel entonces. Recuérdalo. Y también que hay que estar feliz de ser joven y tener salud, de saber que a una la quieren y la necesitan. Cada día hay que estar feliz por ello. La vida pasa tan deprisa, y cuando se acerca a su término, uno se pregunta: ¿por qué la he dilapidado así?
Mi madre murió el 5 de junio de 1949. Así finaliza Angélika su libro, un libro que no sólo nos pareció una gran novela sino también un excelente documento histórico
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Próximo libro: “Las leyes de la frontera” Autor: Javier Cercas
Fecha: 19 de diciembre 2019 Hora: 20h.
Lugar: Hotel Torremar Torre del Mar