Con simpatía y generosidad un joven octogenario, Jaime Pimentel, fue el excepcional guía de la visita que la Sociedad de Amigos de la Cultura, SAC, ha realizado en el día de hoy en el Centro de Exposiciones de Benalmádena, con motivo del 50 aniversario de su obra “LA NIÑA DE BANALMÁDENA” , la niña que ofrece agua como gesto de bienvenida y que se ha convertido en el símbolo de la ciudad.
Su exitosa exposición antológica internacional, desde los iconos de Málaga (Cenachero, Biznaguero, el Copo, Virgen de la Salud…) sus geniales interpretaciones bíblicas, su homenaje al pasado fenicio (diosas Astarté y Noctiluca), al deporte y la escuela noruega de Vigeland, o las vigorosas galopadas como oleaje muestran una poderosa imaginación creativa y una depurada técnica que domina el equilibrio de su obra, dándole vida, ritmo y belleza a su exaltación del movimiento, un desafío motivador de su constante y disciplinado trabajo artístico.
La SAC, con esta visita, ha querido unirse al homenaje que le brinda Benalmádena y felicita a este genial escultor por su trayectoria artística y solicitará que -en Junio- se trasladen estas obras a su municipio natal, para que puedan admirarla otros miles de turistas este verano en Torre del Mar o Vélez-Málaga.