La librería ambulante – Christopher Morley

Título: “La librería ambulante”            Autor: Christopher Morley

Fecha: 15 de diciembre                       Hora: 18:30                 

Lugar: Azucarera de Torre del Mar

Resumen del libro

Prepárese para entrar en un mundo único y lleno de encanto, donde el tiempo se ha detenido: estamos en la segunda década del siglo XX, en unos Estados Unidos todavía rurales y de paisajes idílicos, donde conviven los viejos carromatos y los novísimos automóviles; Roger Mifflin, un librero ambulante que desea regresar a Brooklyn para redactar sus memorias, vende su singular librería sobre ruedas (junto a su yegua y su perro) a la ya madura señorita Helen McGill, quien decide, harta de la monotonía de su vida, lanzarse a la aventura y recorrer mundo. A partir de ese momento se sucederán los encuentros y los desencuentros, y las más divertidas peripecias se darán la mano con las grandes enseñanzas que proporcionan libros y librero. Desde que este clásico de la literatura norteamericana se publicara en 1917 han sido muchos los lectores seducidos por su poder evocador, por el reconfortante humor que destila y, cómo no, por su atención a los pequeños detalles: estas páginas huelen a las hogazas de pan recién sacadas del horno; en ellas se siente el viento de otoño en los abedules.

Resumen de la sesión

De forma generalizada reconocimos no saber nada del autor de esta novela Christopher Morley, que nos ha sorprendido a tod@s con esta maravilla de obra y que nos iluminó a l@s asistentes  como una opción de regalo o de recomendación, en estas fechas tan propias para ello. De todas formas, y como siempre, hubo quien nos recordó unas pinceladas de su biografía. Nacido en una ciudad de Pensilvania (1890-1957), llegó a matricularse en la universidad inglesa de Oxford donde estudió Historia Moderna. Tras regresar a EE.UU,  recorrió el país como columnista y reportero, convirtiéndose en uno de los periodistas más prestigiosos de su época. “La librería ambulante” publicada en 1917, fue su primera novela, a la que le siguieron otras más que le hicieron convertirse en un escritor de éxito y de culto. Os  aconsejamos tanto el escritor como esta novela en especial.

Resaltar al inicio de este resumen de la sesión, que el libro fue leído por todos los asistentes, lo cual nos ha confirmado las muchas cualidades que a lo largo de la tarde le fueron reconocidas a la novela, o mejor, este “cuento para adultos”, como fue definido por una de las participantes. Ameno, divertido, dulce, agradable, fácil de leer, inolvidable, cautivador, que te deja un buen sabor de boca… fueron los calificativos más utilizados a lo largo de esta sesión. Sus pocos personajes, Roger Mifflin, Helen y Andrew McGill, la yegua Peg, el perro Bock, (ah! y el Parnaso), puede que hayan ayudado a su fácil lectura, opina alguien.

 Me ha sorprendido que toda la historia que se cuenta en la novela haya ocurrido en tres días, eso sí muy intensos y donde pasan muchas cosas: “Me han ocurrido más cosas en tres días que en quince años” dice Helen en la novela y que precisó  una de las asistentes.

Al margen de que me ha gustado mucho el libro, quiero resaltar el que Helen llegue a descubrir que también tiene que mirar por ella misma. En la vida hay momentos en que te dan un toque y tú te despiertas; eso es lo que le ocurrió a ella cuando apareció Roger con su Parnaso (biblioteca ambulante) y le hace valorarse a sí misma, se comentó. Y a mí, lo que me ha llamado la atención es que ella compra el Parnaso para que no se lo quede su hermano, ya que Roger había llegado a la granja para vendérselo a Andrew. Eso le va a llevar a ella a disfrutar de una aventura; es como la vida en la que  tú a veces haces cosas que después te llevan a otros sitios que no te esperabas. Creo que ahí está la esencia de este personaje, nos comentó otra de las participantes en la tertulia.

Yo quiero destacar que Helen me ha parecido un personaje muy valiente, ya que de estar siempre metida en su casa guisando y atendiendo a su hermano Andrew, se le presenta la oportunidad de decidir dar un giro brusco a su vida y lo da. Eso no lo hace todo el mundo. Es una actitud valiente y una forma de encontrar la libertad y de vivir de una forma diferente. Sí pero, además, de forma responsable  -completa otra de las asistentes-. Ella tenía como rol cuidar a su hermano, que era un desastre, pero antes de dejarlo todo, le busca a una señora que va a cuidar la casa, le prepare la comida y una serie de recomendaciones para el cuidado de la granja. Se va a vivir su aventura, pero dejando su trabajo hecho. Se recordó la época en que se desarrolla esta historia, segunda década de principios del siglo XX, por lo que los papeles del hombre y la mujer estaban muy marcados: Helen llevaba toda la responsabilidad de la granja, mientras Andrew, que era escritor, se ausentaba largas temporadas de la casa para inspirarse y coger ideas que luego trasladaría a sus obras. No es de extrañar que su hermana tuviera que recordarle hasta que se mudase de diferente tipo de ropa interior al cambiar de temporada.

 A mí me ha encantado el libro, pero quisiera resaltar el hecho de que tras llevar un rato leyendo no se me borraba la sonrisa, con lo cual me parece que ya tiene un valor tremendo. Leer una y otra página y que mantengas el gesto, ya es de destacar; además de las ganas de conocer mejor a este autor y de leer más libros de él, cosa que no me ha ocurrido otras veces.

Seguidamente leímos una serie de citas muy interesantes seleccionadas del libro -que están entrecomilladas- y que después, fuimos comentando.

“Cuando le vendes un libro a alguien -decía Roger- no solamente le estás vendiendo doce onzas de papel, tinta y pegamento. Le estás vendiendo una vida totalmente nueva. Amor, amistad y humor y barcos que navegan toda la noche. En un libro cabe todo, el cielo y la tierra, en un libro de verdad, quiero decir.” Yo quiero resaltar cómo Roger iba buscando el libro idóneo para cada persona en sus viajes por el país, para inculcarles el amor a la lectura. Porque una de las cosas más difíciles de lograr, si queremos que una persona se aficione a la lectura, es acertar con el libro adecuado, sobre todo si es para un/a niñ@. Parece que iniciarse en la lectura siendo mayor, es más complicado. Esa técnica la trabajaba estupendamente  Roger cuando en sus viajes con el Parnaso recomendaba a campesinos, amas de casa o niños, el libro mejor para sus intereses. Y alguien apostilla: No hay que olvidar que Roger había sido Maestro y tenía mucho don de gentes y empatía con los clientes. Eso era lo que Helen quería aprender de él.

“Creo que la gente común y corriente, la del campo, quiero decir, nunca ha tenido la oportunidad de comprar libros y mucho menos de que alguien les hable de lo que significan”…” pero lo que la gente necesita es algo bueno, familiar, honesto. Algo que les llegue a las entrañas, que los haga reír y temblar y marearse y pensar en la pequeñez de esta bola de palomitas de maíz que gira en el espacio sin obtener nada a cambio. Algo que los estimule a mantener limpio el hogar y la leña bien partida para hacer el fuego y los platos bien lavados y secados y ordenados. Cualquiera que haga leer a la gente del campo cosas que valgan la pena le estará prestando un gran servicio a la nación. Y eso es lo que esta caravana de la cultura pretende hacer…” Es una cita preciosa y muy filosófica. Si la gente de un país es culta, la principal beneficiada es la nación. Es similar -recuerda uno de los asistentes- a lo que pretendieron Lorca con “La Barraca” y Las Misiones Pedagógicas diseñadas por Giner de los Ríos en la II República. Es muy necesario que los libros lleguen a la gente corriente, no sólo a las personas cultas y muy preparadas. Y alguien da un pequeño salto en la conversación comentando otras formas de facilitar la lectura hoy en día: dejándolos  en los bancos de parques públicos, las bibliotecas de playa, en cafeterías… Lo importante es facilitar la lectura. Que los libros lleguen a tod@s.

“Incluso los editores, los tipos que imprimen los libros, no se dan cuenta de lo que estoy haciendo por ellos. Algunos se resisten a darme crédito porque vendo los libros por lo que valen y no por los precios que ellos les ponen. Me escriben cartas sobre la política de los precios fijos y yo les respondo hablándoles de mi política del mérito fijo. Que publiquen un buen libro y ya verán cómo lo vendo a buen precio. ¡Eso les digo! A veces creo que nadie sabe tan poco sobre libros como los propios editores. Aunque supongo que es algo natural. La mayoría de maestros de escuela no conoce bien a los niños.” El libro que analizamos es pequeño, pero no tiene desperdicio  -se comenta- . Lo grandioso de la novela es, quizá, que los protagonistas son los propios libros y luego, lo que hay alrededor. Es una exaltación de los libros y la lectura. La gente del campo esperaba ilusionada la llegada del Parnaso, no sólo por los libros, sino también por lo agradable que era Roger y las conversaciones tan interesantes que mantenía con ellos.

“Creo que leer un buen libro te hace modesto. Cuando uno logra ver con lucidez el interior de la naturaleza humana, cosa que te proporcionan los grandes libros, uno siente la necesidad de hacerse pequeño. Es como mirar la Osa Mayor en una noche clara o como ver el amanecer en invierno cuando uno va a recoger los huevos de la mañana. Y cualquier cosa que te haga sentir pequeño es maravillosamente buena.” Yo no lo creo así –una opinión-, porque a mí, leer un buen libro, me hace sentirme más grande. Y hay más variedad de interpretaciones sobre esta cita: Yo creo que al decir modesto, se refiere a que lo hace sentirse a uno más humilde. Pues a mí me parece que la grandeza del ser humano está en la humildad. El que presume de saber o aparenta saber mucho, suele ser soberbio en una gran mayoría de casos. Y otra más: Cuanto más sabes, te das cuenta de lo mucho que desconoces. Ser modesto es reconocer que te queda mucho por aprender.

 “Por lo general le leía algún pasaje en voz alta a la gente y a cambio me daban de comer gratis. Es asombroso lo poco que sabe la gente del campo sobre libros y cuánto agradecen escuchar algo bueno.” Es que no solo les vendía libros, sino que les transmitía su emoción a través de las palabras estableciendo un vínculo con ellos. Claro, que tú tienes que disfrutar leyendo para luego poder transmitirlo, expresó alguien. 

“Los chicos de la ciudad al menos tienen las bibliotecas, pero aquí en el campo sólo está el almanaque del viejo doctor Hostetter y esas cartas en las que unas señoras reumáticas hablan de lo bien que les funcionó la Peruna. Deles a estos dos chicos suyos unos cuantos buenos libros y los pondrá en el ancho y casi siempre bloqueado camino hacia la felicidad. Ahí tiene Mujercitas, donde su chica podrá aprender mucho más sobre la auténtica juventud de las señoritas y la adecuada feminidad de las mujeres, que en todo un año de juegos con muñecas en el desván.” Aquellas gentes del campo que sólo disponían de libros de oraciones fúnebres en sus estanterías -se comentó-, fueron convencidas por Roger para que les comprara Mujercitas, El libro de la selva, Los cuentos de Shakespeare, La isla del tesoro… “porque usted necesita libros que le enseñen cómo vivir, no como morir” -les decía- unos libros que les alegrarían sus vidas. Para otro de los asistentes es un libro un poco revolucionario para su época, si bien la grandeza de los escritores está, muchas veces, en adelantarse a su tiempo. El mensaje que transmite al hacer que Helen sea capaz de abandonar su hogar para vivir esta aventura, es toda una ruptura para aquella época, ya que no era sencillo para una mujer tomar sus propias decisiones.

“Siempre he tenido la impresión de que es mejor leer un buen libro que escribir uno malo y pobre.”  Es que escribir un buen libro, es muy complicado – dijo alguien-. Roger hace referencia a ello cuando decía que  quería retirarse a Brooklyn para escribir un libro – motivo por el que vendió el Parnaso – pero le daba miedo de que no fuese “un buen libro”. En el caso de “La librería ambulante”, su autor ha demostrado tener una capacidad enorme para crear unos personajes y una historia tan atractiva que nos ha entusiasmado con su lectura al estar muy bien escrito y que haya sido fácil de leer, gracias también a la formidable traducción, según opina una de las lectoras. Además -continúa- el hecho de que este clásico de 1917 esté todavía disponible en diferentes idiomas, es una gran noticia para el mundo literario. Alguien recuerda la actitud de Roger cuando fue detenido al ser acusado de estafa por Andrew. La serenidad que transmitía y que le hizo iniciar en la cárcel el libro que pensaba escribir en Brooklyn. Convierte aquel mal momento en positivo; y es que existen muchas personas que salen fortalecid@s de una mala racha por su forma positiva de ver la vida.

“La vida se llena de un sabor especial cuando uno anda rodando por los caminos.” Me he divertido mucho con las descripciones de los paisajes idílicos que nos describe el autor, ya que la propia  Helen decía que no entendía cómo todo aquello había permanecido oculto para ella hasta entonces. Y es que la naturaleza y la vida en el campo hacen a las personas diferentes, nos comentan dos nuevas lectoras.

Como despedida quiero utilizar las palabras de una componente del Club de Lectura sobre esta novela: “Enhorabuena a los amantes de los libros y de la literatura. Ha sido un libro perfecto para terminar el último trimestre de 2022. Y es que, ciertamente, “La librería ambulante” se ha merecido con creces todo lo bueno que hemos comentado en esta sesión prenavideña.

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Próximo libro

Título: ”Tomás Nevinson“             Autor: Javier Marías 

 Fecha: 19 de  enero                       Hora: 18:30  

 Lugar: Centro Cultural  La Azucarera   de Torre del Mar         

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