Título: “Los ojos cerrados” Autora: Edurne Portela
Fecha: 16 de mayo Hora: 18:00
Lugar: Club Náutico de Torre del Mar.
Agradecimiento previo a la sesión
Don Quijote se dirige a los galeotes diciéndoles que de gente bien nacida es agradecer los beneficios que reciben, lo que el refranero popular acuñó con el conocido es de bien nacidos ser agradecidos. Aprovecho este legado cervantino para mostrar mi gratitud por el adelanto en la hora de esta reunión. Gracias en primer lugar a Salvador que lo propuso en el grupo. Yo le comenté que tenía un asunto personal que me obligaba a irme a las siete, y gracias a vuestra generosidad aceptando el cambio, fue posible. Gracias a Marga que tomó notas de los últimos minutos para poder hacer este resumen, pues tuve que ausentarme antes de finalizar. Sois un grupo maravilloso. GRACIAS.
Recordatorio
Antes de empezar el debate, se nos recuerda que la última sesión de nuestro club de lectura será el 20 de junio a las 18:30 en la Agencia de lectura de Caleta de Vélez (Biblioteca). Celebrar allí la reunión es porque como sabemos se le puso hace unos meses el nombre de nuestro club, Mercedes Junquera. Nos acompañará en esta sesión el autor, José Melero. Al ser la última del curso, habrá un picoteo en un merendero de Caleta, que rondará los 18-20 €. Es muy importante confirmar la asistencia tanto a la reunión como al refrigerio posterior cuando se realice la consulta.
Resumen del debate
Empezamos escuchando la biografía preparada por Reme sobre Edurne Portela.
A continuación, Salvador inicia la discusión, refiriendo que el libro toca un tema muy actual, tratado con mucha claridad por la autora. Piensa que es incomprensible que haya grupos políticos que planteen obstrucción y silencio respecto a la memoria histórica, y que se nieguen a la clarificación. Lo considera un libro interesantísimo por contribuir a desentrañar lo que ocurrió, y ser válido tal y como lo plantea la autora, para cualquier país en el que haya habido conflictos civiles (Bosnia) o entre vecinos (País Vasco). Muy oportuno, pues incita a que nos quitemos la venda y descubramos lo que se ha querido ocultar.
Iluminada, quien propuso la lectura de este libro, nos comenta que le parecía una propuesta arriesgada, pues no sabía si el tema iba a interesar. Ella está muy implicada, trabajando en una asociación memorialista, (centrada ahora en las fosas de Víznar), por lo que le toca de forma muy directa. Considera que se trata de una gran novela, muy actual y de calidad. Coincide en la actualidad del tema, frente a quienes piensan que ahora no toca hablar de la Guerra Civil. En los programas de Historia se siguen estudiando contenidos muy antiguos y en ningún momento se cuestionan. La memoria histórica trata de nuestra historia más reciente y estudiarla puede ayudar a mejorar el futuro. Respecto al término Guerra Civil, prefiere utilizar “Guerra de España”, puesto que no hubo dos ejércitos implicados. Había un gobierno legítimo y un ejército que se sublevó y dio un golpe de estado, al fracasar este, condujo a tres años de guerra en la que venció e impuso una dictadura. Se trata de nuestra historia más reciente. La derecha y ultraderecha no solo no quieren tocar este tema, sino que quieren derogar las Leyes de Memoria Histórica y Democrática, sustituyéndolas donde gobiernan por Leyes de Concordia. Nadie está en contra de la concordia, pero estas leyes hacen que se pierda el verdadero objetivo de las primeras: verdad, justicia y reparación. La verdad exige estudiar la historia sin censura.
Al hilo de esta reflexión, una persona comenta que es un libro que plantea muchas cuestiones sobre las que debatir, por el contenido y por cómo lo plantea. Comenzando por el título, metáfora obvia de todo lo silenciado, de tantas personas que han sabido y han callado, y terminando por la última frase, ¿A quién vas a perdonar cuando nadie te ha pedido perdón?, que refleja la falta de reconocimiento de lo ocurrido, y por tanto la ausencia de reparación. Esa pregunta contiene todas las reivindicaciones que podamos hacer respecto al esclarecimiento de la verdad y la necesidad de justicia y reparación. Las idas y venidas de la trama a través del tiempo son uno de los aspectos que más le han gustado, yendo del presente al pasado (y a varios pasados en el pasado), siendo un recurso narrativo muy sugerente, así como el hecho de tener que ser muy activos como lectores para completar lo leído.
La crudeza del libro a veces es muy sutil. Atrocidades como la violación de Adela son contadas con insinuaciones. Las palabras, al igual que un cuadro impresionista, son pinceladas que al ser comprendidas producen un mazazo tremendo, mostrándonos hechos de gran crudeza con un lenguaje muy delicado. Los diferentes capítulos narrados por Pedro, sin seguir una cronología lineal, sino dando saltos de un Pedro anciano a un Pedro niño, mozo, anciano de nuevo, niño, etc., le han parecido muy bien planteados para ir desgranando una historia de tanto dolor y violencia. Señala que ni una vez se usan palabras como Guerra Civil, franquismo, dictadura, asesinatos, etc. (solo una vez aparece efigie del dictador), para que sin embargo claramente se sepa qué es lo que se está contando. Coincide en que por tanto serviría para otros conflictos.
Otra participante, expresa que el libro toca el tema de la violencia. Es esencial en el libro, estando presente desde el principio. Cerrar los ojos significa ser cómplice. El personaje de Pedro es al mismo tiempo víctima y agresor. También le ha llamado la atención el importante valor de la naturaleza en la obra, y el espacio rural, que podría ser cualquier lugar. Le ha gustado mucho todo lo que no se dice pero está presente. Cómo la culpa va creciendo con los habitantes del pueblo. Se pregunta esta persona si es posible que la culpa se transmita genéticamente, ya que Ariadna nunca estuvo allí pero necesita saber. Al final percibe una reconciliación en la comunidad de ese pueblo.
Una persona comenta que en una entrevista preguntaron a la autora por qué hay tantos libros sobre la Guerra Civil si ya todo se ha dicho. Edurne Portela respondió que es muy interesante que la literatura toque estos temas, ya que España está falta de debate, siendo muy necesario, pues es a través del mismo como se puede clarificar lo ocurrido y a acabar con ideas preconcebidas. Hay que evitar cerrar los ojos ante el dolor causado y el dolor sufrido, en palabras de la autora. Cerrar los ojos ante la evidencia es una hipocresía. Frente a ello, es necesario analizar, hablar y estudiar para descubrir la verdad. Para esta persona, un protagonista más es el impresionante paisaje, como la niebla que engulle y hace desaparecer a las personas.
En este sentido, a lo largo del debate, varias personas intervienen expresando la importancia y la potencia de la naturaleza en la obra. Impregna toda la narración, convirtiéndose en una protagonista más: el paisaje agreste, el viento, la niebla, los agujeros en la tierra que se “tragan” a la gente, el frío helado, las vacas que enloquecen por el viento…
Otra intervención resalta que le ha gustado mucho el contraste que nos ofrece la obra respecto a la personalidad de Pedro: un Pedro serio, huraño, introvertido, huidizo, y lo tierno que es con Adela y Andrés, a quienes cuida y protege.
Una persona expresa que el título es perfecto. No se trata de perdonar, sino de abrir los ojos y todo lo que sigue cerrado. Es un tema desgraciadamente actual. Se ha escrito bastante sobre la Guerra civil, pero es la primera vez que una lectura lo ha estremecido tanto. La literatura no solo debe contar una historia, sino que debe de conmover, emocionarnos. El capítulo de la muerte de los padres de Pedro, relatado desde el punto de vista de ella y de él, es fantástico, muy emocionante en su opinión. Lo ha releído varias veces por lo que le ha impresionado.
Uno de los aspectos que más ha interesado a otra persona han sido las distintas perspectivas que nos da la obra, ofreciendo matices muy distintos a través de las diferentes visiones de los personajes. Aprovecho para anticipar que esto ha sido comentado en distintas intervenciones. A esta lectora le han gustado muchas cosas. No solo es un libro que hace referencias a la historia, sino que se ha trabajado desde el punto de vista de los sentimientos de los personajes. Cómo afecta lo ocurrido a distintas generaciones, incluso sin tener conciencia de ello. Se refleja en las relaciones entre los vecinos, en sus silencios. Cómo se evita hablar de lo que todo el mundo sabe o intuye, pero calla (en la espera para comprar o en el lavadero). La herida está ahí, no sana. Incluso Ariadna que no conocía la historia familiar, se enfrenta a las relaciones con los demás en función de lo que han vivido sus antepasados. También se refiere esta persona a la naturaleza, al viento. Hay muchas referencias trabajadas con mucha sensibilidad. Algunos detalles le han recordado a su infancia.
Hay quien lo ha leído dos veces para poder comprender mejor la trama. Además de gustarle mucho, en la segunda lectura ha valorado más el trasfondo de vivir con los ojos cerrados y callar. Le ha parecido muy bonito y contado con mucha delicadeza el encuentro entre Adela y Pedro cuando ella estaba bañándose con su hijo Andrés, o cuando ella va por primera vez a casa de Pedro. Señala cómo la intolerancia respecto a las ideas supuso que a Pedro le arrebataran no solo a sus padres sino también su infancia. Ve como los asesinan, y él mismo se convierte en un asesino que mata a Federico, aunque a la vez fuera tan cuidadoso y cariñoso con la madre y el hijo. Señala la importancia del tema de los cuidados: Teresa cuidó a Pedro cuando asesinaron a sus padres, él cuida de Andrés y de Adela, y al final de su vida es Andrés quien cuida de Pedro. Ahí hay un sentimiento muy bonito que quizá forma parte de la reconciliación.
Hay quien se pregunta si realmente se ha podido investigar con facilidad, a pesar de la cantidad de publicaciones que existen, puesto que aún hoy está vigente una Ley de secretos de Estado que impide acceder a las fuentes, e incluso se han destruido muchos documentos. Por lo que el papel de la literatura es muy importante al contar la vida cotidiana la de la gente, la intrahistoria como acuñó Unamuno. La literatura da una perspectiva muy amplia, empatiza poniéndose en la piel de los personajes, reproduciendo lo ocurrido, aunque sea a través de la ficción. Ariadna nunca había ido al pueblo, pero tiene dentro de ella la historia de su padre. Esto ha podido pasar en nuestras propias familias, los mayores sabían pero callaban. Nosotros mismos hemos convivido con ese silencio. En su propia familia materna hubo fusilados y exiliados. Estudiando documentos de su familia ha logrado comprender cosas que no entendía y que sus mayores habían callado. ¿Cómo nos ha afectado esto en nuestra vida, en nuestra educación? Coincide en lo valioso que es el recurso de mostrarnos muchas perspectivas mediante diferentes narradores, a través de los cuales conocemos muchos más aspectos y matices. El libro le recordó al realismo mágico (el viento, el lobo, las nieblas que se tragan a la gente, las voces…). Le parece una obra muy completa.
Se resalta el agradecimiento que Edurne Portela hace al final del libro a su padre, que vivió en un pueblecito de Lugo, y que la ha ayudado mucho en la elaboración de este libro, al reconstruir sus memorias. Nos comenta esta persona que su propia abuela fue fusilada, y en el certificado de defunción consta “muerta por herida de guerra”.
Una persona expresa que le ha encantado el libro, y nos sugiere que a veces le ha parecido que leía poesía, por la sonoridad de las palabras, “vas bailando con las descripciones” al leerlas, nos dice. También le ha gustado mucho que cada personaje narre desde su punto de vista, ya que así nos ofrece una perspectiva más amplia y tenemos más capacidad para comprender la trama. Resalta que como lectores somos una parte muy activa, no es solo que nos cuentan una historia, sino que tenemos que pensar e interpretar.
En otra intervención se señala que compartiendo lo que se ha dicho, no le ha quedado la sensación de haber leído un libro político ni de memoria histórica. Siendo un libro que se enmarca en aquella época, le ha parecido leer la historia de un pueblo y de sus gentes, lo que sienten, las dinámicas entre ellos. Son personajes muy complejos, con matices. No son buenos o malos. Son víctimas y a veces verdugos. Federico quería abandonar el ejército y volver a su pueblo. Pedro fue un huérfano víctima de la situación, pero luego se convirtió en un asesino y en maltratador psicológico de Teresa (cuando le decía que se fuera al monte). Sufren las consecuencias de los actos de otros. Deciden no hablar porque si no, no podrían convivir. Las dinámicas de los sentimientos y de las historias, hacen que cada uno viva como puede (unos con silencios, otros con pesadillas, yéndose, etc.). Todos son víctimas de la situación y de los acontecimientos. Se trata de un libro muy duro, desarrollado en una naturaleza muy dura acorde a los personajes, que nos cuenta como estos tienen que convivir con sus sentimientos, historias, traumas y responsabilidades. No se habla de guerra, ni de bandos según esta persona.
Es muy duro tener que ser cuidado y vivir con su verdugo, puntualiza otra persona. ¿Cómo digiere eso un niño?, refiriéndose a los cuidados de Teresa respecto a Pedro.
Y otra afirma que claro que se habla de guerra, no hace falta que sea más explícita, puesto que se habla del año 1937. Sin decirlo lo está diciendo. Y otra intervención cita que tres veces seguidas se puede leer: “el hombre de la pistola pregunta: ¿dónde está? Ninguno se mueve. ¡Pah! La cabeza rebota”. No es necesario que aparezcan las palabras disparo, bala, asesinato. Se entiende perfectamente la situación.
La literatura sí tiene que ayudarnos a abrir los ojos, afirma una persona. Después de la 2ª Guerra Mundial, en los años 80 en Alemania, aún estaba muy presente la guerra. Se hablaba abiertamente de lo que ocurrió. Austria vivió un proceso de desnazificación. Se escribieron novelas también sobre ello. En contraste, en España la guerra se veía como un acontecimiento muy lejano. Resalta la comparación entre países en los que se ha hablado abiertamente sobre el pasado y en los que no, como el nuestro. Donde no se ha hecho se requiere, es necesario. Claro, porque si no, las heridas no se cierran, comenta otra lectora. ¿Por qué vuelve Ariadna al pueblo, si no es para cerrar ese capítulo que estaba abierto por su padre? Lo ocurrido está ahí, no puede negarse. Por ejemplo, en Francia hay mucha literatura ahora mismo sobre lo que nadie quería hablar. Se resalta siempre la Resistencia, pero la mayoría de los franceses aceptaron lo que ocurría, denunciaron y delataron a judíos franceses que vivían en Francia para quitarles las riquezas. También puntualiza que en el pueblo sí hubo castigo para los “malos”: el cura muere en el pozo, por haberse callado. Esta persona piensa que fue Pedro quien lo empuja.
Cuando ser testigo no te transforma, te convierte en cómplice, nos cita otra persona esta afirmación encontrada en otro libro. Escuchó a la autora decir en una entrevista que no quería que con esta novela quedara solo un poso de tristeza, sino que pretendía resaltar en la obra la solidaridad y los cuidados entre vecinos del pueblo, como ya se ha comentado. La generosidad y la capacidad que tiene el ser humano de cuidar a otro, sin ser familiares sino vecinos. También refirió la autora que en su familia se había vivido el problema de la España vaciada, relacionada con el abandono del pueblo, al no tener futuro en el mismo, debido a la existencia de esas rupturas y violencia. Personas marcadas que no tenían futuro, tenían que irse fuera para reconstruirse. Relaciona así la España vaciada con la guerra.
Se recuerda qué significó la represión para muchas mujeres: se hablaba de ellas como individuas a las que se rapaba, se les daba aceite de ricino, ya que estas individuas tienen el mal dentro. Muchas callaron para que sus nietas no lo supieran. Se dijo de ellas que eran marxistas satánicas. Se las aparta de los hijos, porque según Vallejo Nájera, el ser rojo se hereda. Según las constelaciones familiares, los hechos que ocurren en una familia duran hasta la 6ª generación, nos comenta otra persona.
Para finalizar, se señala lo importante que es enterrar a nuestros muertos, es parte de nuestro duelo. Los nacionales enterraron a sus muertos, los republicanos están en las cunetas, en pozos. La gente quiere enterrar a sus muertos.
Como habéis comprobado, fue un debate muy enriquecedor, que aportó numerosos matices a la lectura. Nos vemos en la próxima.
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Próxima sesión
Título: “La broma de Dios” Autor: José Melero
Fecha: 20 de Junio Hora: 18:30
Lugar: Agencia de Lectura “Mercedes Junquera” de Caleta de Vélez (Biblioteca)
Celebración: XX Aniversario del Club de Lectura de la SAC